Amor mío,
Amada en forma cristalina,
Tímida y dormida,
Temerosa,
Casi perseguida
Resucitaría cada día aquella rosa en tu mesa,
Tu cuerpo hermoso que vive escondido.
Mi tristeza es a veces una fértil creación
Con la que podría ahogarte en mi deseo
Atarte a mi cama en un tiempo no correcto.
Yo solo quiero cuidarte de ciudades descarriadas
De poemas circulares y monótonos
De crianzas de antigua vestidura.
Solo quiero ceñirme a tus pechos
A tu cuerpo de cantata en primavera
Solo quiero profesar lo que este infinito amor ha proclamado.