jueves, 8 de julio de 2010

Amor mío,

Amada en forma cristalina,

Tímida y dormida,

Temerosa,

Casi perseguida

Resucitaría cada día aquella rosa en tu mesa,

Tu cuerpo hermoso que vive escondido.


Mi tristeza es a veces una fértil creación

Con la que podría ahogarte en mi deseo

Atarte a mi cama en un tiempo no correcto.


Yo solo quiero cuidarte de ciudades descarriadas

De poemas circulares y monótonos

De crianzas de antigua vestidura.


Solo quiero ceñirme a tus pechos

A tu cuerpo de cantata en primavera

Solo quiero profesar lo que este infinito amor ha proclamado.