EL PARRÓN
Empezó a llover en la fría mañana de San Felipe, la casa ha perdido los colores de antaño, en eso yo corro a fumar un cigarrillo bajo las parras, después de la muerte de mi abuelo estas nunca más volvieron a florecer, después de tantos años parece que nadie quiere recordar más.
No importa, tomaré todas las aves del jardín y volaré a otro nido, ahí donde las presencias han florecido y se han llenado de colores, donde el tabaco no sabe tan distante.
No importa, tomaré todas las aves del jardín y volaré a otro nido, ahí donde las presencias han florecido y se han llenado de colores, donde el tabaco no sabe tan distante.
Como te irás? a donde volarás??
ResponderEliminaresta lindo el cuento... sigue explotando tus virtudes y trata de alejar los defectos..
nos vemos
Alicia
Aún así, bajo esas flores que ya no están, la inmortalidad acaricia cada rincón. Ahí dónde los colores porfían en quedarse y se desvanecen ante las vidas que han pasado ante ellos, permanecen la letras elevados hacia ellos.
ResponderEliminarY más que aves te acompañarán hacia vuestro nuevo nido.
Saludos y espléndido.
Un fraterno abrazo